Vivienda

Dadas los aspectos culturales y las condiciones económicas de las personas que habitan en estos sectores, el mayor porcentaje de viviendas ha sido construidas en tierra (adobe, tapial, bahareque), sin embargo, al igual que en las áreas urbanas existe una predilección y tendencia a la construcción en hormigón, ladrillo o bloque.  Otro aspecto destacado de este tipo de asentamientos es que existe un alto índice de personas que emplean leña para cocinar (54.3% de viviendas. INEC 2011) esto se debe principalmente a las condiciones económicas y la disponibilidad de biomasa por parte de los pobladores rurales.

Según el censo de población y vivienda del 2010, en la parroquia existen 506 viviendas. Un número elevado en relación a la población (1091), sin embargo el 27% de viviendas están desocupadas. Referente a la tenencia el 67% cuenta con vivienda propia.

De las 316 viviendas ocupadas el 57% tiene menos de dos personas por cada cuarto, el 33% entre 2 y 3 personas por cuarto, mientras que el 10% restante cada cuarto tiene más de cuatro personas, por lo que se puede considerar un porcentaje considerable de hacinamiento en la parroquia.

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Una de las cualidades particulares de las parroquias rurales es que el mayor porcentaje de viviendas construidas con materiales del lugar (tierra, madera). Aspecto que resulta muy importante desde punto de vista sostenible pues el empleo de materiales y mano de obra del lugar, además de la reducción de costos implica una importante reducción de contaminación. El cuadro siguiente nos muestra que en el caso de las paredes el 64 % es de tierra o madera, el 81% de los pisos también es de madera o tierra, y en el caso de los techos el 82% son de teja.